El término erario proviene del latín “aerarium” que quiere decir “tesoro público” El erario fue y continúa siendo todos los bienes que tiene el Estado, así como el sitio en donde ellos se guardan. Los ingresos del Estado provienen básicamente del cobro de impuestos, sin embargo también pueden derivarse del cobro de derechos de importación u otras actividades.

En la civilización romana el “aerarium” era el tesoro público, el cual era obtenido a través de los impuestos recaudados. Su sede estaba situada en la colina del capitolio, específicamente en el templo de Saturno. Como ya se ha dicho, el erario se encuentra constituido en su mayoría, por los impuestos u otros tributos percibidos por la república. En un principio estos impuestos, debían ser cancelados por todos los ciudadanos romanos; sin embargo, éstos quedaron exentos del pago, por los triunfos de los generales romanos en las naciones helenísticas.
Los impuestos que nutrían al erario eran diversos, uno de ellos era aquel que recibía Roma de los pueblos dominados por ella, estos impuestos representaban un tipo de compensación por permitirles cultivar en estas tierras asignadas por ellos, para la comunidad. Otros de los impuestos estaban asociados con la compraventa de productos. Otros eran aplicados en diferentes actos jurídicos como por ejemplo sobre el valor de los esclavos, sobre el valor de una herencia, entre otros.
Ciertos eruditos de la época consideraban que el erario se creó como un método administrativo para agilizar todo lo relacionado con herencias, especialmente en los casos en donde un sujeto, falleció sin dejar testamento y sin tener familiares que reclamen dicha herencia, por lo que ante esta situación, el dinero quedaba en manos del Estado.
Por lo general el erario de un país es utilizado para financiar obras públicas para la comunidad. Los funcionarios a cargo de su administración deben ser responsables y honestos, también deben saber cuáles son las necesidades de la población en cuanto a infraestructura, vialidad, salud, educación, etc. y partiendo de allí distribuir el dinero de una manera responsable.
Existen muchos países que recaudan grandes cantidades de dinero, que van a parar al erario público, sin embargo se puede observar cómo la población no se ve favorecida con ello, lo que pudiera suponer que el mal llamado “gusanito” de la corrupción está haciendo de las suyas, algo completamente lamentable, ya que un país así nunca prosperará.