La Necrofilia es una conducta psicológica caracterizada por el acto sexual entre vivos y muertos. La necrofilia hace que las personas sientan una fuerte atracción sexual por los muertos, los principales aspectos que cubren a este tema incluyen una serie de comportamientos anormales como lo son la disociación con toda la comunidad que rodea al necrófilo. El problema recae principalmente en la necesidad de un necrófilo de tener relaciones sexuales con una persona sin vida, a partir de aquí, surgen las siguientes incógnitas: ¿Por qué no con un ser vivo? ¿Qué problemas conllevan a este tipo de comportamiento? ¿Que busca la persona que padece de Necrofilia al realizar este acto?
La locura cuando se presenta en los seres humanos, lleva a la persona a un clímax de apatía con quienes los rodean, de esta forma la necrofilia es una opción para controlar los placeres de la vida. Se han reportado casos en los que el afectado tiene una vida en común con la persona, luego que esta persona deja de existir, desea seguir copulando con esta, por lo que recae en una condición inaceptable por la sociedad y posteriormente en la locura, En muchos casos, la persona con Necrofilia «Secuestra» el cuerpo de su víctima y satisface sus placeres tantas veces sea necesario, es importante destacar que esta conducta es ilegal y fuera de todo margen que se considere propio de las sociedades «Normales»
La profanación de tumbas y la retención de un cuerpo sin vida para fines sexuales está penalizada por la mayoría de las leyes que conforman el derecho social en el mundo, de cualquier manera, lejos del ámbito legal, la necrofilia representa un atroz suceso y más aún cuando este es consecuente de la persona, muchos necrófilos han sido detenidos en los lugares de los hechos y se han determinados muchos casos con múltiples víctimas. Desde un punto de vista profesionalmente psicológico la Necrofilia está sujeta a la marginación de la sociedad, es posible justificar esta enfermedad a personas disociadas y que no corresponden un lugar en el terreno de lo aceptable, sin embargo, se trata de entender la necrofilia como una condición humana y no como una enfermedad con fines terapéuticos.